TE RESPONDEMOS A LAS DUDAS QUE SE SUELEN TENER ANTES DE INICIAR UNA TERAPIA

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TE RESPONDEMOS A LAS DUDAS QUE SE SUELEN TENER ANTES DE INICIAR UNA TERAPIA

Antes de comenzar una terapia puede que hayas revisado varias páginas webs de diferentes centros de psicología, hayas chequeado cómo trabajan diferentes profesionales en redes sociales o en el colegio de psicólogos, e incluso que alguien cercano a ti te haya recomendado a algún psicólogo del que le han hablado bien o incluso con el que se ha tratado. Normalmente el futuro paciente realiza un proceso de búsqueda para encontrar un profesional que pueda encajarle en lo que espera y busca. Este proceso nos parece muy necesario, ya que el vínculo que se crea con el profesional es una variable fundamental para el éxito de la terapia, por lo que es mucho mejor si te sientes desde el principio cómod@ con el profesional. Una vez tienes marcada tu primera cita, puede que tengas ciertas ideas preconcebidas sobre cómo va a ser el proceso, sientas miedos e inseguridades sobre el hecho de hablar con un profesional de la salud mental, y en este artículo queremos, por un lado, indicarte que no estás solo, que todos los días nos encontramos personas con las mismas ideas y miedos que tu, que una vez dan el salto de comenzar la terapia, esos miedos se les disipan, y por otro lado, aportarte información que, por si la lees antes de iniciar tu terapia, puede servirte para empezar tu primera sesión más tranquil@. Vamos a dejarte algunas de las ideas que más se nos repiten entre nuestros pacientes, y nuestra explicación:

 

  • “Un desconocido no me puede entender»

Si el desconocido es psicólogo clínico, va a poder entender los procesos psicológicos que influyen en cómo te sientes y en cómo actúas. Se hace una evaluación psicológica para que el terapeuta pueda resolver sus dudas sobre qué le pasa a la persona, por qué, cómo, desde cuándo y para qué, y así pueda también ayudar a la persona a entenderse a sí mismo.

  • “Para darme consejos ya tengo a mis amigos y mi familia”

Los consejos que te aporta tu entorno son muy necesarios. Tener una adecuada red social es importante para la salud mental, pero es complementario a recibir asesoramiento psicológico. Del mismo modo que tu familiar que va al gimnasio puede recomendarte que vayas al gimnasio con él para mejorar tu salud física, pero si tienes una lesión específica lo mejor será que te vea un médico o fisioterapeuta, para poder detectar el origen de la lesión, las consecuencias, y diseñar un conjunto de estrategias para tratar y reducir o eliminar esa lesión, además de que vayas al gimnasio.

En la terapia psicológica, más que recibir consejos, vas a practicar el escucharte a ti mismo, tomar decisiones basadas en tus prioridades y deseos, manejar tus emociones, modificar pensamientos, aumentar tu propia motivación, hacer cambios de conducta.

  • “Mi problema es una tontería”

Ningún problema o situación que te preocupe y te genere malestar, es una tontería, ya que si lo fuera no te afectaría de ese modo. El paciente tiende a pensar que otras personas vienen a terapia por problemas “más importantes” que el suyo, pero no es así. Minimizar el problema va a hacerte sentir peor, y queremos todo lo contrario: mirar de frente al problema, atenderlo, desenmarañarlo y trabajar lo que sea necesario para solucionarlo o reducirlo.

  • “Mi problema sólo me pasa a mi”

Es fácil que en una misma semana, el psicólogo atienda varios pacientes con perfiles similares y con problemáticas muy parecidas. Aunque todas las personas seamos diferentes, al mismo tiempo somos muy parecidas.

  • “El psicólogo me va a juzgar o bien contar algo sobre mi a otras personas”

En nuestro código deontológico se especifica que para realizar bien nuestro trabajo, no podemos realizar un juicio del paciente, y todo lo que nos cuente es secreto profesional. No sería posible hacer un buen trabajo si no respetáramos estas normas, las cuales se llevan a rajatabla en cualquier profesión sanitaria.

  • “Me gastaré mucho dinero”

En España la atención psicológica pública es deficiente en medios. Por ello, la mayor parte de la gente tiene que abonar la atención psicológica que recibe. Esto supone un gasto que puede ser importante en muchas familias. Sin embargo, lo que consideramos “caro” o “barato” es relativo. Probablemente en ocio, en compras, en tecnología, y en general en productos de consumo, gastemos mucho más de lo que nos gastamos en salud. Con la diferencia de que la salud es lo más importante y preciado que tenemos. Sin salud (mental), es difícil que podamos disfrutar de todo el ocio y productos que adquirimos. El dinero gastado en salud, siempre va a estar bien invertido, porque repercute directamente en tu bienestar. Además, si se trabaja bien, es un desembolso que se realiza durante una etapa de tu vida, no constantemente.

Así que como puedes ver, muchas personas afrontan su primera sesión con ideas preconcebidas y miedos similares. La mayor parte de estas premisas dejan de aparecer cuando se hacen las primeras sesiones, donde el paciente va aumentando el vínculo con su terapeuta y observando los primeros cambios y mejorías.

No obstante, antes de citarte, puedes resolver con nosotras todas las dudas que tengas, mediante correo electrónico, teléfono o Whatsapp, para que comiences tu proceso lo más cómodamente posible. ¡Te esperamos!