
Impacto de las redes sociales en nuestra salud mental
¿Te ha pasado que cuando estás viendo una película en casa coges el móvil a menudo? ¿O cuando estás en una reunión con gente, cada cierto tiempo miras el teléfono? Entiendo que es algo que nos pasa a todos a menudo. Por no hablar de los ratos que estamos mirando videos cortos de TikTok, el antiguo Twitter, o Instagram.
En la última década, las redes sociales han transformado la forma en que nos comunicamos, compartimos información y nos relacionamos con los demás. Plataformas como Facebook, Instagram, Twitter y TikTok han creado un espacio donde millones de personas pueden interactuar, pero también se ha visto un incremento sobre su impacto en la salud mental. Este artículo explora cómo el uso de las redes sociales puede influir en nuestro bienestar emocional, tanto de manera positiva como negativa.
La conexión social y acceso a la información
Uno de los aspectos más destacados de las redes sociales es su capacidad para conectar a las personas. Las distancias entre países ya no es tanto problema dado que se ofrece una comunicación más directa, esto hace que se pueda manejar mejor el aislamiento o la soledad. También ofrece toda una ventana de comunicación y conexión para personas que tienen ciertas dificultades en la socialización, ofreciendo un espacio más seguro para poder intercambiar experiencias, apoyo, y encontrar comunidades con intereses comunes. Esto es un beneficio para el bienestar emocional de las personas, si se utiliza bien.
Por otro lado, es mucho más rápido y sencillo el acceso a la información, de tal manera que facilita mucho poder cubrir las necesidades de las personas, desde conectar con personas, hasta buscar especialistas de cualquier tipo, también encontrar información útil para aprender, solucionar o mejorar cosas. La información es poder, y poder tener acceso a ella tiene muchas ventajas, de nuevo, si se utiliza adecuadamente.
El problema llega cuando no hacemos un buen uso de todas estas ventajas.
1. La comparación social
Uno de los fenómenos más preocupantes es la comparación social. Al ver las publicaciones de otros, es fácil caer en la trampa de compararse con las vidas aparentemente perfectas de los demás. Aunque podamos tener en cuenta este factor y saber racionalmente que la vida de esas personas no es como te la muestran, muchas veces atravesamos por épocas de más bajo estado de animo o de baja autoestima, e irremediablemente sentimos que nuestra vida o nosotros mismos no somos suficientes. Estudios han demostrado que las personas que pasan más tiempo en redes sociales tienden a experimentar mayores niveles de depresión y ansiedad, en parte debido a la presión de mantener una imagen idealizada.
2. La adicción a las redes sociales
Los algoritmos de las aplicaciones están hechos para dar gratificación inmediata, además con temas que te interesan o captan tu atención. De tal manera que las notificaciones, los me gusta o comentarios, son el nuevo “premio con colores y sonidos” de las antiguas tragaperras.
En el cerebro todo eso se guarda como gratificación y validación, lo que segrega hormonas de placer, y se crea así un ciclo de adicción a las recompensas rápidas, al mismo nivel que algunas drogas. Si nuestro cerebro se activa de la misma forma que cuando consumimos algunas drogas es de esperar que el uso de redes sociales llegue a ser tan problemático como éstas. Puede interferir en nuestras actividades de la vida diaria, siendo menos productivos, afectando a nuestra concentración, nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad para relacionarnos, nuestro manejo de emociones como la frustración o el aburrimiento y en nuestra calidad del sueño.
Sé honesto contigo, ¿cuántas horas dedicas al día a redes sociales? ¿Te has planteado que pasaría si no las usaras en eso? ¿Qué sentirías? ¿Qué harías?
3. Ciberacoso y toxicidad
El ciberacoso es otro fenómeno que ha surgido con el auge de las redes sociales. La facilidad con la que se puede enviar un mensaje o un comentario anónimo ha llevado a un aumento en el acoso en línea. Las víctimas de ciberacoso pueden experimentar una serie de problemas de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad y, en casos extremos, pensamientos suicidas. La toxicidad en las interacciones en línea puede crear un ambiente hostil que afecta la salud emocional de quienes participan en estas plataformas.
4. La desinformación y su efecto
Además, la propagación de desinformación en las redes sociales puede tener un impacto significativo en la salud mental. Durante eventos críticos, como la pandemia de COVID-19, la difusión de información errónea ha generado miedo y ansiedad en la población. La incertidumbre y la falta de información confiable pueden contribuir a un aumento en los niveles de estrés y ansiedad, afectando la salud mental de las personas.
Estrategias para un uso saludable
A pesar de los desafíos que presentan las redes sociales, es posible utilizarlas de manera que beneficien nuestra salud mental. Aquí hay algunas estrategias para un uso más saludable:
1. Establecer límites: Es importante establecer límites en el tiempo que pasamos en las redes sociales. Considera usar aplicaciones que te ayuden a monitorear y limitar tu uso.
2. Desactivar notificaciones: Desactivar las notificaciones puede ayudar a reducir la ansiedad y la necesidad de revisar constantemente las redes sociales.
3. Se critico con lo que ves: es decir, no te creas todo lo que veas en redes, contrasta la información, búscala por canales adecuados y no te quedes con la primera información que te aparezca.
4. Explora y experimenta otras actividades tanto dentro como fuera de casa que te ayuden a centrarte y distraerte, para que no tengas que usar el teléfono. Focaliza tu atención en la tarea presente que estés realizando.
5. Aprende a tolerar tus emociones. Te animo a que hagas un ejercicio, cuando te encuentres de trayecto al trabajo, o en ratos en sala de espera de un medico o esperando a alguien, no saques el móvil, no lo utilices, mira a ver que sientes, que piensas que ocurre y aprender a lidiar y tolerar esas sensaciones. Si lo vas consiguiendo poco a poco te verás mucho menos dependiente del teléfono después.
El impacto de las redes sociales en la salud mental es un hecho del cual hay que tomar conciencia y aprender a manejar. Si bien ofrecen oportunidades para la conexión y el apoyo, también presentan riesgos significativos que no deben pasarse por alto. Es fundamental que las personas sean conscientes de su uso y busquen un equilibrio saludable. Fomentar una relación positiva con las redes sociales puede ayudar a maximizar sus beneficios mientras se minimizan sus efectos negativos.
Recuerda, si sientes que las redes sociales están afectando tu salud mental, no dudes en buscar apoyo.