Trastorno adaptativo. Cuando los cambios nos desestabilizan
Hoy en día vivimos en un mundo más globalizado, y en una evolución constante que avanza a ritmos agigantados. Nuestras relaciones se multiplican, se abre un abanico amplio de posibilidades, de caminos, estudios, trabajos, cambios de vivienda, todo eso sumado a los cambios de ciclo vital que todos experimentamos.
Todos estos cambios, a veces elegidos, otras sobrevenidos, siempre van acompañados de ciertos niveles de estrés. Cuando esas experiencias y los niveles de estrés nos sobrepasan podemos estar ante un Trastorno Adaptativo
¿Qué es el trastorno adaptativo?
Es una respuesta desadaptativa o sobredimensionada a uno o varios factores estresantes del medio. Esa respuesta provoca un malestar intenso que impide a la persona responder adecuadamente a las demandas de la situación y manejar sus estados emocionales.
Puede darse inmediatamente después del suceso estresante, provocando un cuadro de estrés agudo, como por ejemplo una ruptura, un cambio repentino de trabajo, o el nacimiento de un bebé; o puede ser que el trastorno adaptativo tarde un poco más en aparecer, sobre todo cuando se juntas varios estresores, o se agravan con el tiempo, como pueden ser los conflictos en el trabajo o una situación económica desfavorable.
Síntomas del trastorno adaptativo
Las personas que acuden a consulta con este problema describen un malestar generalizado que les dificultad el afrontar el día a día. Se sienten incapaces de afrontar los problemas, de tomar decisiones, de solucionar conflictos, y experimentan emociones como ansiedad, tristeza, apatía, irritabilidad y frustración.
Los síntomas van a variar dependiendo de la vulnerabilidad previa de la persona.
- Síntomas más comunes: bajo estado ánimo, tristeza, llanto, apatía, preocupación constante, ansiedad, problemas para dormir y problemas de concentración.
- Otros síntomas que suelen acompañarlo: baja autoestima, sentimientos de desesperanza, sentirse atrapado, lleno de dudas, sentirse solo.
- En ocasiones y en niños y adolescentes pueden ser más comunes los estallidos de ira u otros problemas de comportamiento.
Causas del trastorno adaptativo
Todas las personas pasamos por situaciones estresantes a lo largo de la vida pero no todos llegamos a desarrollar el trastorno. Existen personas que presentan vulnerabilidad previa a presentar ansiedad o síntomas depresivos, debido a factores genéticos, de aprendizaje o a hechos vitales previos.
La edad de la persona que se enfrenta a esos cambios es un factor a tener en cuenta. Por ejemplo, los adolescentes o jóvenes suelen experimentar ciertos síntomas en algún momento de esta etapa por la falta de madurez o herramientas para afrontar las dificultades que se van encontrando. Aunque también personas de edad avanzada pueden tener un estilo cognitivo más rígido que les haga más resistentes a los cambios vitales, y por lo tanto tener más dificultades para adaptarse a ciertas circunstancias vitales novedosas.
Otras variables que predisponen al desarrollo del trastorno adaptativo son el tipo de evento estresante, y lo que duradero que es en el tiempo.
No contar con una red de apoyo, como amigos o familiares, es un factor que aumenta las probabilidades de desarrollar el problema.
Tratamiento del trastorno adaptativo
Aunque todos entendemos como “normales” ciertos síntomas cuando estamos pasando por un momento difícil, algunos de estos síntomas pueden tender a cronificarse, hacerse más intensos o limitar más el desarrollo de una vida normalizada. Por ello es necesario recibir ayuda psicológica.
El tratamiento terapéutico tiene los siguientes objetivos:
- Identificar Los eventos o situaciones que están implicados en el problema y determinar si se pueden cambiar, reducir o eliminar (solución de problemas).
- Darle un significado distinto al evento estresante, dando así más seguridad y control a la persona.
- Dar herramientas para afrontar los síntomas (regulación emocional, cambio de pensamientos negativos, manejo de situaciones conflictivas, autoinstrucciones positivas)
- Dar recursos de manejo de ansiedad, como la actividad física, la relajación, así como pequeñas pautas para afrontar el día a día.
- Reforzar autoestima y confianza en uno mismo.
En terapia no solo se trabaja por el afrontamiento de la situación actual sino que se pretende mejorar su resiliencia para futura ocasiones, haciendo hincapié en un fortalecimiento interno de la persona. De forma que la persona consiga salir reforzada del cambio vital que ha sufrido y llena de herramientas nuevas que utilizar en siguientes cambios relevantes en su vida.
Si conoces a alguien que presenta estos síntomas o bien estás sufriéndolos tu, visita nuestra web, contáctanos a nuestro correo electrónico o a través del formulario de contacto, o bien llámanos a nuestros teléfonos, y estaremos encantadas de asesorarte.