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PARTE 1: ¿Soy dependiente emocional?

Todos hemos oído hablar y hemos utilizado alguna vez el término “dependiente emocionalmente” para describir a una persona (generalmente a una mujer) que se aferra a su pareja, se desvincula de otras personas que hasta el momento pertenecían a su entorno y se deja influir por los pensamientos y emociones de su compañero/a.

Características de las personas con dependencia emocional 

Pero…¿Cuáles son las verdaderas características de las personas con dependencia emocional que nos encontramos en las consultas de psicología? ¿Cómo puedo saber si me encuentro (o alguien de mi entorno) inmerso/a en una relación de dependencia emocional? A continuación se señalan algunas claves…

  • Necesidad excesiva de la pareja: se manifiesta a través de los deseos de ser exclusivo para la pareja, priorizar la pareja antes que cualquier otro aspecto de la vida de la persona que antes era relevante para él/ella, idealización del compañero/a excesiva o miedo irracional a la ruptura, entre otras características. Básicamente la persona dependiente hace girar su mundo en torno a la pareja, limitando o incluso eliminando su espacio personal e independiente cuando se encuentra en una relación sentimental.
  • Déficit en habilidades sociales, dificultad para establecer lazos con otras personas: Cuando no están en pareja, suelen tener un amigo/a a quien “exprime” y prefiere las amistades uno a uno que estar dentro de un grupo. Con su amigo/a pasa la mayor parte del tiempo, contacta de manera muy frecuente buscando su paño de lágrimas, el refuerzo, la aprobación a sus acciones. El vínculo que se establece no es recíproco, ya que la mayor parte del tiempo es el dependiente quien contacta con su amigo para hablarle de sus problemas, pero no viceversa. En grupos más grandes suele carecer de habilidades para escuchar, ser empático con los demás, mantener conversaciones, etc.
  • Baja autoestima: la persona dependiente usualmente tiene deteriorada su autoestima, de modo que necesita agradar a los demás para sentirse válido. Cuando está en pareja, se siente válido en la medida en que su pareja (que a los ojos del dependiente es alguien superior a él) le refuerza. Toleran mal la soledad y es por esto que sufren pánico a ser abandonados.

Usualmente lo que acaba ocurriendo es que su entorno en cuanto puede se aleja de la persona dependiente por lo absorbente que puede llegar a ser. Además, sus relaciones sentimentales suelen ser un fracaso debido a que la persona que tiene al lado se cansa o bien encuentra a alguien más independiente. Si continúa en una relación, probablemente esta sea asimétrica de modo que sienta que es su pareja quien tiene todo el poder, sufriendo por esto. De modo que, si les abandonan, se refuerza su idea de que son poco válidos y viven su miedo más grande: la soledad, mientras que si continúan en esa relación, sufrirán porque cada vez se sentirán más dependientes. ¿Cómo salir de esa rueda?

En las relaciones sentimentales (como en cualquier otra relación interpersonal) siempre existe cierta dependencia, pero las características expuestas (entre otras), marcan la diferencia entre una relación más saludable a nivel de dependencia y una relación de dependencia emocional. Si crees que puedes ser dependiente emocional, te sientes identificado con estas características o conoces a alguien que las tenga, probablemente hayas sufrido o estés sufriendo. En manos de un psicólogo la persona dependiente puede potenciar su autoestima y por lo tanto sentirse más válido, llevar su relaciones actuales a tener mayor probabilidad de éxito y guiar a la persona en el establecimiento de vínculos sentimentales y de amistad más saludables.

No dudes en contactarme para cualquier duda, sugerencia, o para iniciar un tratamiento psicológico.