¿Por qué a algunas personas les cuesta tanto recibir cumplidos y comentarios positivos?
Ante los comentarios reforzantes, positivos, halagadores, hay personas que tienden a tener pensamientos del tipo: “me lo dice porque me quiere”, “es porque no quiere hacerme daño”, “es porque es de buena educación decir eso”, “seguro que por dentro piensa otra cosa”, “no tiene importancia que lo diga él/ella”, “es mentira”, “lo hago porque es lo que tengo que hacer, no tiene importancia o validez lo que he hecho”, “cualquier persona podría ser igual que yo o hacer lo que he hecho yo”, y un largo etcétera.
En consulta nos encontramos con frecuencia personas con este tipo de pensamientos, y nos preguntamos ¿por qué a algunas personas les cuesta tanto recibir cumplidos y comentarios positivos? Pueden existir diversas explicaciones para este fenómeno, que parece ser relativamente frecuente.
Desde nuestro punto de vista, uno de los principales motivos tiene que ver con el perfeccionismo y el revisar los errores constantemente. Nuestro cerebro está preparado y programado para ser un “solucionador de problemas”, por lo que tiende a focalizarse en lo que hay que resolver, en lo que es un fallo o error, en lo que hay que reparar, en lo que hay que solucionar. Si a esta programación, le añadimos que tanto a nivel social como educacional existe la predisposición a valorar la excelencia, el querer ser siempre mejor en todo lo que te propongas como modo de vida, podemos tener como consecuencia esta tendencia a dar por hecho los logros, incluso a menospreciarlos y relativizarlos, mientras que focalizamos la atención en lo que no hacemos bien, en lo que hay que mejorar, en lo que todavía no es óptimo.
Esta tendencia puede ser peligrosa, ya que podemos estar sesgando la información que recibimos, prestando mucha más atención a las críticas negativas o incluso destructivas, que a los comentarios halagadores. Esto puede perjudicar directamente tu autoconcepto y tu autoestima, además de entristecerte, ya que selectivamente tu cerebro “ignora” la información positiva sobre ti. Además, esto te priva de lo reconfortante que es el reforzamiento social. Sentirnos válidos, queridos, halagados, y recibir comentarios positivos, es recompensante. Somos seres sociales, necesitamos sentirnos recogidos, protegidos, aceptados y queridos por los demás. Es muy reconfortante y recompensante sentir que aportas cosas positivas a los demás y que ven lo positivo que hay en ti.
Seguramente no rechazarías un regalo o detalle por parte de alguien que te aprecia, porque lo consideras de mala educación y porque quieres tanto disfrutar de ese detalle como agradecerle a quien te lo ha hecho. Piensa que los halagos, los elogios y cumplidos son también regalos que otra persona quiere hacerte, y recíbelo con gusto.
Así que, te sugerimos que cuando recibas un comentario positivo, hagas un esfuerzo por creértelo más de lo que lo hicieras antes. Por ejemplo, piensa en cómo te tomarías un comentario negativo que viniera de esa misma persona. ¿Te lo creerías más?, ¿Le darías más importancia? Si la respuesta es que si, deberías también darle esa misma importancia a aquello que te comenta positivo. ¿Por qué deberías darle más importancia a la crítica que al halago?
Cuando recibas un halago, prueba a responder de la manera en que contestaría alguien que sabe que lo que le dicen es verdad. Por ejemplo, si una amiga te dice: “te sienta muy bien el pelo así”, o, “se te da muy bien hacer esto”, prueba a contestar: “si, la verdad es que me lo han dejado bien en la peluquería”, o “es verdad que tengo habilidad para esto”. Si es muy costoso para ti, prueba a simplemente recibir el comentario positivo en vez de contradecirlo. Es decir, es preferible que contestes “¿si? muchas gracias”, a que contestes, “no hombre, me queda fatal”, o “no tiene ningún mérito lo que hago, no es para tanto”. De esa forma estarás poco a poco asimilando y recibiendo este tipo de comentarios en vez de rechazarlos directamente.
También te recomendamos que pienses qué le dirías positivo a esa persona que te halaga. Lo que piensas positivo sobre él/ella. Si se lo dijeras, ¿estarías mintiéndole?. Si la respuesta es que no, porque lo piensas de corazón, probablemente sea recíproco, y esa persona sea capaz de ver cosas positivas en ti, que también piensa de corazón.
Por último, te recordamos que el que te digan cosas positivas porque “te quieren”, no le resta absolutamente ningún valor a ese comentario positivo. Se presupone que quien te quiere es totalmente subjetivo en lo que piensa de ti y por lo tanto “tiene que ser mentira”. Pues bien, el hecho de que alguien que te quiera haya decidido decirte algo positivo, ya dice algo bonito también sobre ti: está a gusto contigo, le transmites cosas bonitas, haces que te quiera con tu relación con esa persona. El hecho de que te quieran no le resta credibilidad a lo que te digan, aunque sea subjetivo, ya que cada persona puede tener una opinión diferente sobre ti.
Aprender a recoger y asimilar los comentarios positivos sobre uno, es un ejercicio muy sano que puede potenciar tu autoconcepto y autoestima, y mejorar la relación contigo mism@. No dejes que tu crítico interno minimice y desvalorice lo positivo que hay en ti y que ven los demás.