LO QUE NO HARÍA PARA CUIDAR DE MI SALUD MENTAL (Y LO QUE SÍ)

psicoterapia online

LO QUE NO HARÍA PARA CUIDAR DE MI SALUD MENTAL (Y LO QUE SÍ)

Afortunadamente cada vez son más las personas que son conscientes de que la salud mental es igual de importante que la salud física. Vivimos en la era de la sobreinformación acerca de cualquier tema, y en lo que respecta a la salud mental y el cuidado de uno mismo, ha existido un boom de información sobre todo desde el inicio de la pandemia por el COVID-19, que en ocasiones lleva a tener dificultades para distinguir “la paja del grano” y a tomar en consideración ciertos consejos sobre el cuidado de la salud mental que puedan no ser del todo rigurosos, sin embargo no considerar ciertas recomendaciones que pueden ser muy beneficiosas, desde el punto de vista de la psicología.

Así que queremos dejarte algunos anti-tips a tener en cuenta, que son consejos sobre lo que NO hacer para cuidar de tu salud mental, y que hemos podido observar que se recomiendan sin rigor al leer en blogs, redes sociales, medios de comunicación o a través de algunos pacientes que nos han comentado experiencias previas a recibir terapia:

  • Etiquetarme con un trastorno o problemática antes de ir a un profesional

Existe una tendencia a ponerle nombre a todo, con el riesgo de patologizar lo que es normal. Esto puede hacerte creer que eres extraño, que tienes algún tipo de trastorno, incluso puede limitarte por condicionarte y sugestionarte con la etiqueta.

Ante la duda, pide asesoramiento con un psicólogo que evaluará lo que te ocurre con los instrumentos apropiados.

  • Poner todos los huevos en la misma cesta

Las soluciones absolutas y milagrosas suelen ser poco útiles per se. Es decir, que si te encuentras psicológicamente afectado, no bastará con solamente tomar un psicofármaco, solamente asistir a una terapia 1 vez a la semana pero no aplicar ningún otro cambio. La mejora de la salud mental ocurre tras la implementación de diversos cambios en tu estilo de vida, forma de pensar y actitud, gestión emocional, red social, gestión de tu tiempo, etc. etc. Solamente tomar una medicación, por ejemplo, no solucionará el problema.

Pero tranquil@, no todos los cambios tienen que ser a la vez. Empieza por realizar uno, y poco a poco ir haciendo otros. El psicólogo va a orientarte sobre qué cambios hacer , cómo hacerlos, y en qué momentos.

  • Sustituir la terapia por libros de autoayuda

Nos encontramos con experiencias de pacientes que nos cuentan que se han leído un libro de autoayuda conocido o siguen a un influencer que divulga sobre salud mental, y durante demasiado tiempo han sustituido acudir a un profesional por leer sobre este tipo de información.

Es muy importante divulgar sobre salud mental y afortunadamente cada vez más personas hablan de ella, lo que ayuda a que se normalice el ir al psicólogo, como ir a un fisioterapeuta o a un dentista. Sin embargo, este contenido no debe sustituir el asistir a terapia, ya que en el caso de la terapia un profesional evaluará tu caso en concreto, y podrá desde fuera y con más herramientas, ayudarte a lograr los cambios que necesitas. Los propios psicólogos asistimos a terapia a pesar de saber sobre psicología, del mismo modo que los fisioterapeutas son atendidos por otros fisioterapeutas o los dentistas por otros dentistas. Saber no implica poder cambiar.

Si vas a recurrir a leer información por tu cuenta, al menos trata de escoger fuentes con rigor (psicólogos, o por lo menos profesionales de la salud mental) para que puedan serte de utilidad.

  • Autoculpabilizarme por estar asi y atribuir al tiempo la mejora.

“No debería sentirme asi”, “lo tengo todo para estar bien”, “esto que me pasa es una tonteria como para ir al psicólogo”, “tengo que poder solo”, “ya se me pasará con el tiempo” etc. Son algunas de las frases que los pacientes en la consulta nos dicen que han tenido durante mucho tiempo antes de comenzar una terapia. La culpa y el autocastigo va a provocarnos un problema secundario al problema inicial que teníamos, y no va a hacer que te sientas mejor, si no que por el contrario va a empeorar tu salud mental.

Por el contrario, tómate tu tiempo para asumir que necesitas ayuda, y que está bien necesitarla, simplemente de la misma manera que pides ayuda para arreglar tu coche cuando se estropea o para rehabilitarte un esguince.

Te animamos a que te asesores con un profesional de la salud mental si estás teniendo dudas sobre si lo que te pasa es normal o no, si es grave, cómo se trata o qué necesitarías hacer.