¿Cómo puedo mejorar mi capacidad de concentración?
La concentración es una capacidad cognitiva, tal y como lo son la atención o la memoria. La concentración es el mantenimiento prolongado de la atención.
Por supuesto, antes que trabajar la concentración per se, es necesario realizar una evaluación detallada de la problemática de la persona, para trabajar en primer lugar, o en paralelo a la concentración, la causa y origen de las dificultades en la misma. Por ejemplo, los problemas emocionales que la persona esté teniendo que tienen por consecuencia una disminución de las capacidades cognitivas. Emociones como la tristeza, la ansiedad, el enfado, si se prolongan en el tiempo, provocan dificultades en la correcta utilización de nuestras capacidades cognitivas. Por lo que nos encontramos con frecuencia pacientes que en la terapia suelen verbalizar que “no me acuerdo de nada”, “tengo lagunas”, “se me olvida todo”, “me despisto constantemente”, “me quedo delante del papel y tengo que leer muchas veces la misma frase para enterarme de lo que pone”, “me dan dos instrucciones y me pierdo”, o “no soy capaz de leer libros como antes”.
En otras ocasiones pueden existir problemas de base en las funciones ejecutivas de la persona, como en el Trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad, o en determinados trastornos del desarrollo, discapacidad intelectual, etc. En dichos trastornos, hay que trabajar en paralelo otra serie de problemáticas, que están detrás de la baja capacidad de concentración.
También existen ciertos medicamentos que pueden tener como efecto secundario dificultades en las funciones ejecutivas.
A nivel general, y cuando no existe ninguna otra patología asociada o bien que tenga por consecuencia la falta de concentración, se pueden realizar algunos entrenamientos para ejercitarla, los cuales te proponemos a continuación.
Para aumentar la capacidad de atención es interesante tener en cuenta los siguientes puntos previamente, ya que son aspectos que interfieren habitualmente en la capacidad de concentración de la persona:
- 1. Observar tu nivel de motivación en aquello en lo que pretendes estar concentrado. Si te encuentras motivad@ con la tarea, te respondes a menudo a la pregunta ¿para qué estoy haciendo esto?, encontrándole un sentido, es más probable que puedas mantener una buena concentración.
- Tratar adecuadamente los asuntos personales, de modo que si te interfieren pensamientos o preocupaciones sobre otros temas diferentes a los que quieres que ocupen tu mente en ese momento, los escribas en un post it para después acordarte de pensarlos, y reenfocarte en la tarea, o bien te encargues de solucionarlos primero, para posteriormente poder volcar tu energía en concentrarte.
Una vez has tenido en cuenta dichos puntos, te dejamos algunos ejercicios para aumentar tu concentración, que puedes realizar minutos antes de ponerte a hacer la tarea para la que quieras estar concentrado, o bien puedas entrenar en diferentes momentos como mecanismo para mejorar tu control sobre tu atención y todos los estímulos que puedan interferir en la misma, tales como por ejemplo, tus pensamientos.
¡Toma nota!
Ejercicio 1
Colócate delante a 1,5m sobre un paño color negro, una moneda dorada. Obsérvala durante tres o cuatro minutos. Durante ese tiempo centra su atención en el objeto, en los detalles y todos aquellos aspectos relacionados con ella, desde el color, la forma, la textura. Este ejercicio puede aplicarse con cualquier otro objeto sobre el que puedas observar detalles.
Ejercicio 2
Toma un reloj y colócalo tan lejos de su oído, como te permita seguir oyendo el tic-tac de su máquina. Cierra los ojos y concéntrate en este ruido todo el tiempo que puedas, 50 segundos, 1 minuto, 2 minutos, tal vez no le sea posible al principio pero gradualmente irás aumentando tu poder de concentración. Piensa en el reloj y no lo apartes de tu mente, piensa en su configuración exterior, ve luego a la constitución de su maquinaria, imagina sus piezas moverse, etc.
Ejercicio 3
De pie frente a una diana de dardos a una distancia cómoda para ti, observa el centro del blanco. Manteniendo los ojos abiertos, imagina el movimiento que normalmente haces para lanzar, cuando levantas el dardo, centras, alzas y posteriormente tiras. No muevas el cuerpo, todo este proceso debe realizarse mentalmente. También con los ojos cerrados, imagina como si tu vista fuera un zoom y trata de visualizar mentalmente que agrandas la zona de impacto hasta tener únicamente tu vista enfocada al centro en una imagen total del mismo como si estuviera ampliada. Practica esto durante aprox. 3 minutos.
Ejercicio 4
Toma por ejemplo el día de ayer y recuerda imaginativamente toda la experiencia vivida desde que te despertaste por la mañana. Sigue paso a paso todos los incidentes, tratando de vivirlos otra vez con todos sus detalles de la manera más perfecta que te sea posible.
Si crees que tu dificultad atencional y de concentración es consecuencia de otra serie de problemas, o persiste en el tiempo, te recomendamos que acudas a un profesional de la salud mental, o bien a tu médico de cabecera, para evaluar adecuadamente tu caso y determinar qué factores pueden estar influyendo en tus capacidades cognitivas.